"Has dado a los que te temen bandera que alcen por causa de la verdad". 
(Salmo 60:4)

Ciudadanos de los cielos:

"los que trastornan el mundo".


El anuncio/evangelio del Reino siempre fue - y es - de escándalo porque convierte a los ciudadanos de las naciones de este mundo en súbditos del Reino de los Cielos venidero, esto es, el reino mesiánico del que hablaron los profetas que es la "viva esperanza" de los cristianos. De modo que aquel que recibe en su corazón el anuncio/evangelio del Reino pasa a ser un "peregrino" en esta tierra, “ajeno” a este mundo. Y esta "ciudadanía del cielo" es muchas veces – casi todas - contradictoria con la ciudadanía de este mundo.

Se impone para los cristianos entonces una doble pertenencia legal de difícil compaginación mientras estemos en la carne. Y la tensión entre la ciudadanía de los cielos (Filipenses 3:20) y la ciudadanía de las naciones de este mundo seguirá vigente hasta que "esto que es corruptible se revista de incorrupción" (1 Corintios 15:53).

Por eso la “democracia”, si bien nada tiene que ver con el mundo venidero/athid lavo, y NO ESTA EN EL FUTURO DEL CREYENTE, es el único régimen de los vigentes que permite la adoración al Dios del Cielo que revela la Biblia sin ofender el sistema político, sino que mas bien fortaleciéndolo y proveyéndolo de una dimensión trascendente que no tiene.Y porque el cristianismo siempre es escándalo al mundo y sus creencia los judíos de Tesalónica pudieron acusar al apóstol Pablo, y los cristianos de esa ciudad, de tumulto frente al impío Imperio Romano:

“Estos que trastornan el mundo entero
también han venido acá”;
(Hechos 17:6)

El “evangelio de la paz” siempre apareció como una espada filosa contra los gobiernos impíos. Y el apóstol Pablo escribe luego a los mismos tesalonicenses que recibieron el mensaje del Reino en medio de un gran tumulto: “...que nadie se inquiete por estas tribulaciones... que para esto estamos puestos”. (1 Tesalonicenses 3:3)

Y escándalo y tribulación, contradicción y aflicción, acompañaría - y acompaña hoy en la mayoría del mundo habitado - la predicación del anuncio/evangelio del Reino, cuando no “estruendo de naciones” como en estos días en que el fundamentalismo islámico quiere exterminar a la cristiandad debilitada por el mundanismo que es una forma de la apostasía. Cuando veamos estas cosas – estruendo y tumulto - sepamos que Dios esta “avivando su obra en medio de los tiempos” (Habacuc 3:2) y que pronto se manifestarán “nuevos cielos y una nueva tierra” en las cuales morará la Justicia – YaHVéH Justicia Nuestra” -.

“¡YaHVéH, aviva tu obra en medio de los tiempos
en medio de los tiempos hazla conocer;
en la ira acuérdate de la misericordia”
Habacuc 3:2

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