"Has dado a los que te temen bandera que alcen por causa de la verdad". 
(Salmo 60:4)

LA
CRISIS

DE LA

GRAN CIUDAD

“¡Ay, ay, de aquella gran ciudad"


Es característica del hombre sin los frenos del Espíritu, corromper lo que toca. Un economista norteamericano – contemporáneo de Carlos Marx, Adam Smith y Ricardo - describió en esos días con elocuencia la “experiencia americana”:


“El objetivo final de todo esfuerzo humano,
es la producción de ese ser que sabemos
que es el hombre, capaz de las mas
altas aspiraciones”

Se llamaba Henry Charles Carey y los economistas ingleses Adam Smith y Ricardo y su economía-sin-ética lo ponían furioso. Curiosamente era el único economista que Marx respetaba. Lo que Carey describe en la cita es lo que veía ante sí en los comienzos de la “experiencia americana”, sus fundamentos fuertemente idealistas, cosa que cualquiera que se asome a la historia de esa nación sin prejuicios podrá comprobar. Sin embargo ahora allí se vive una debacle económica fruto de la codicia mas crasa, que hubiera escandalizado no solo a Henry Charles Carey sino a todos los prohombres norteamericanos. Es que en esta y muchas otras cosas, los EE.UU. se han movido en las últimas décadas hacia el extremo opuesto de sus orígenes.

Los valores judeocristianos que fueron columna vertebral de esa gran nación cayeron en descrédito. El feminismo radical, los “derechos homosexuales”, el aborto libre, la permisividad sexual nacieron allí – principalmente en la usina de Hollywood - y contaminaron el mundo. Todos ellos socavan y atentan contra la moral judeocristiana de los orígenes. La avaricia de Wall Street y del sistema financiero, es solo una de los carismas antibíblicos que corroen las vigas maestras de aquella “experiencia” única en la historia de las naciones. Y así, los que nacieron como nación con los brazos alzados adorando a YaHVéH han reproducido los antivalores del reino apóstata de Jeroboam II. Oseas – boca de YaHVéH - definía así la actitud de aquellos israelitas rebeldes ante Su Palabra:

"Le escribí las grandezas de mi ley,
y fueron tenidas por cosa extraña"
Oseas 8:12

Hoy a la Palabra de Dios se le da la espalda en amplios sectores de la población norteamericana. Aunque, naturalmente, no en todos: hay un resto que resiste, pero parecen ser los “malos de la película”. Es que los valores bíblicos son vistos como un “obstáculo” al progreso, a pesar de que fue cuando ellos eran su funamento que los EE.UU. alcanzaron el primer lugar entre las naciones.

Hay otra amonestación de YaHVéH por boca de Oseas para los días de Jeroboam II que tiene vigencia hoy:

"También os detuve la lluvia
tres meses antes de la siega;
e hice llover sobre una ciudad,
y sobre otra ciudad no hice llover;
sobre una parte llovió, y la parte sobre
la cual no llovió, se secó.
...con todo, no os volvisteis a mí,
dice YaHVéH".
Amós 4:7-9

Esto es, YaHVéH afirma que alteró el ciclo climático de aquella sociedad rebelde para llamerles la atención, pero que no hubo ninguna reacción. Y se dice más en Amós 9:6:

"...él llama las aguas del mar,
y sobre la faz de la tierra las derrama;
YaHVéH es su nombre".

¿No es esto algo parecido a lo que viene sucediendo en EE.UU. y amenaza al mundo todo?: invasiones del mar, lluvias torrenciales, inundaciones y sequías cuyos frutos desoladores son - entre otros - cosechas arruinadas. ¿Emergencia climática? Si, la que sufría el reino de Jeroboam II por su rebeldía, pero a escala global.

***

No hay cura para los EE.UU. de hoy si no vuelve a los valores originales con espíritu de arrepentimiento y por lo tanto no la hay para el mundo de el depende estrechamente y que ayudó a corromper. Veremos por lo menos dos macro tragedias - una política y otra natural - además de la debacle financiera de hoy, que hundirán definitivamente a la que fue la maravillosa y sorprendente “experiencia americana”. Y entonces los EE.UU. “dejarán de ser” así como el reino apóstata israelita desapareció de pronto en el año 722 A.C. a pesar de la prodigiosa comodidad y prosperidad que disfrutaba. Y a consecuencia de esto nos tocará ver y vivir los días mas amargos y trágicos de la historia. Los EE.UU. son la descendencia de Israel que se desplazo soplada por el "viento solano" hacia occidente hasta llegar a “las costas”, “las islas” y “los extremos de la tierra” y alcanzada por el mensaje del evangelio cruzaron el océano.abrazados de su fe. Pero ahora son la Gran Ramera que desaparecerá en un solo día:

“¡Ay, ay, de aquella gran ciudad de Babilonia,
aquella fuerte ciudad;
porque en una hora vino tu juicio!
Y los mercaderes de la tierra lloran
y se lamentan sobre ella,
porque ninguno compra más
sus mercaderías".
Apocalipsis 18:10-11

Esto haría clamar de dolor a los patricios fundadores de lo que es hoy es el Gran Bazar del mundo que cruje porque “la ambición rompe el saco”, de esta gran Babilonia llena de permisividad en muchos de sus estratos, irreconcilliable para los que llegaron hasta sus costas abrazando la fe en Cristo y construyeron una "experiencia" extraordinaria, testimonio planetario de la fe evangélica.

Como dijimos, la palabra profética llama a los territorios que se convirtieron en centro de la cristiandad: “costas”, “islas” y “lo postrero de la tierra”, visto todo desde Sión. Así por ejemplo se dice:

"De lo postrero de la tierra oímos cánticos:
Gloria al justo".
Isaías 24:16

Pero también se profetiza que habrá un momento de gran agitación de los creyentes y adoradores que allí vivirían al final de los días:

"Las costas vieron, y tuvieron temor;
los confines de la tierra se espantaron;
se congregaron, y vinieron"
(Isaías 41:5)

Es que cuando los cristianos fieles – el remanente salvo de Israel – sean convocados a volver a Sión de una manera portentosa, estarán “espantados”, en angustia extrema, en la “angustia de Jacob”. Pero serán salvos del fuego como los amigos de Daniel lo fueron del horno de Nabucodonosor.

***


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