"Has dado a los que te temen bandera que alcen por causa de la verdad". 
(Salmo 60:4)

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¡MAS ISRAELITAS,
¡MAS ISRAELITAS,
Y NO MENOS!





En estos días ha aumentado la retórica del presidente Mahmud Ahmedineyad y otras figuras de su gobierno. Ellos amenazan sin tapujos con bombardear el Estado de Israel. Y - según ellos - el Estado Judío pronto no existirá más. Pero dice Isaías 26:15:


“Aumentaste el pueblo, YaHVéH,
aumentaste el pueblo;
te hiciste glorioso;
ensanchaste todos
los confines del país”.


El propósito de YaHVéH para el área es aumentar el número de su pueblo, no disminuirlo. Y tantos serán los israelitas – judíos y efrainitas - que habitarán esas tierras en el mundo venidero/atid lavoh que precisarán un territorio mucho mayor del que hoy ocupa la nación judía (Isaías 54:2-3; Isaías 49:19).


De modo que si desaparece el Estado de Israel – y algún día va a desaparecer como todas las naciones de este mundo – será para ser sustituido por un Reino/Nación israelita – el Tabernáculo de David redivivo/Reino de los Cielos - con fronteras ensanchadas para recibir en su seno a todo el remanente de Israel salvo por la sangre del Cordero y a los declarados "justos" en el AT. (Hebreos 12:22-23).


"Porque tu tierra devastada,
arruinada y desierta,
ahora será estrecha por la multitud de los moradores,
y tus destructores serán apartados lejos".
(Isaías 49:19)



Y cuando esta Gran Nación israelita se yerga “en medio de la tierra" el planeta habrá sido renovado por el poder del Espíritu luego del tremendo día de la Ira.



* La ampliación del territorio en la era mesiánica.



Veamos los lugares en donde habrá israelitas en el mundo venidero/atid lavoh y hoy no hay. En Jeremías 31:5: se lee habrá israelitas en Samaria - "Cisjordania"-:


“De nuevo plantarás viñas
en los montes de Samaria;
los plantadores las plantarán
y las disfrutarán”.


Y también lo dice Jeremías 50:19:


“Y volveré a traer a Israel a su morada,
y pacerá en el Carmelo y en Basán;
y en el monte de Efraín
y en Galaad se saciará su alma”.


El "monte de Efraín" es Samaria. "Basán y Galaad" son parte de la Jordania de hoy. Y también Siria será poblada por israelitas. Leamos Isaías 17:3:


“Cesará la fortificación de Efraín
y lo que quede de Siria
será como la gloria de los hijos de Israel,
dice YaHVéH de los ejércitos”.
(Isaías 17:3)


Y también Zacarías 9:1-2:


"Las ciudades de Siria pertenecen al Señor,
lo mismo que todas las tribus de Israel.
También le pertenecen Hamat…
y Tiro y Sidón con toda su cultura”.


"Hamat" es una ciudad que pertenece hoy a Siria situada al norte del Líbano.Y "Tiro y Sidon" son ciudades costeras milenarias capitales de la antigua Fenicia pertenecientes hoy al Líbano En realidad todo el Líbano pertenecerá a la Gran Nación israelita venidera:


“la gloria del Líbano le será dada,
la hermosura del Carmelo y de Sarón.
Ellos verán la gloria de YaHVéH,
el esplendor del Dios nuestro”.


Y también:


Los haré volver de la tierra de Egipto,
y de Asiria los recogeré;
los traeré a la tierra de Galaad y del Líbano,
hasta que no haya sitio para ellos.
(Zacarías 10:10)


Y así, con fronteras mucho mas amplias, israelitas de Efraín y Judá - las dos familias del pueblo de YaHVéH - congregados de todas las naciones volverán a su tierra. Y las naciones todas conocerán el Dios/Elohim de Israel:


“Y sabrán que yo soy YaHVéH su Dios,
cuando después de haberlos llevado
al cautiverio entre las naciones,
los reúna sobre su tierra,
sin dejar allí a ninguno de ellos.
(Ezequiel 39:28)


* Sin oposición de las naciones.


Repasemos estos anuncios proféticos. Dice Jeremías 14:1:


“Sí, el Señor …hará que los israelitas
vuelvan a establecerse en su tierra.
los extranjeros se acercarán a ellos,
se unirán al pueblo de Jacob”.


Es decir que “los extranjeros se acercarán a ellos” - a los israelitas del mundo venidero/atid lavoh - lo que esta confirmado, por ejemplo, en Isaías 11:10:


"Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí,
la cual estará puesta por pendón a los pueblos,
será buscada por las gentes;
y su habitación será gloriosa".


Y también en Isaías 49:22 :


"He aquí, yo tenderé mi mano a las naciones
y a los pueblos levantaré mi bandera;
traerán en brazos a tus hijos
y tus hijas serán traídas en hombros".


Y en el Salmo 47:9:



“Los príncipes de los pueblos se reunieron
como pueblo del Dios de Abraham".


Y así muchos otros testimonios - que sería tedioso citar - que hablan del acuerdo y la identificación de propósitos entre las naciones y la Gran Nación israelita del mundo venidero/atid lavoh. No existirá más el "¡contencioso de Oriente Medio!," por lo menos por 1.000 años, hasta cuando sea liberado de nuevo Satanás por un corto período de tiempo.


* Arrogancia: sueños y pesadillas de los
enemigos de Israel


Las afirmaciones del presidente Mahmud Ahmedineyad caben muy bien en el calificativo de arrogantes. Este es un perfil constante de los enemigos de Israel y hay una promesa de castigo contra ellos.


“He aquí, estoy contra ti, arrogante,
- declara el Señor, DIOS de los ejércitos -
porque ha llegado tu día,
la hora en que te castigaré”.
( Jeremías 50:31)


Estas son malas noticias para los enemigos de Israel. Ellos sueñan con un raid victorioso que eche finalmente al Estado Judío al mar, y casi estarán a punto de lograrlo. Pero solo conseguirán ver el triunfo del Dios/Elohim de Israel sobre sus enemigos y la supremacía perpetua del ISRAEL DE DIOS - el pueblo santo del mundo venidero/atid lavoh sobre las naciones. Así, su sueño se convertirá en pesadilla:


“Buscarás a los que tienen
contienda contigo

y no los hallarás;
serán como nada,
como cosa que no existe,
aquellos que te hacen la guerra”.
(Isaías 41:12)


Y también:


"YaHVéH saldrá como gigante,
y como hombre de guerra despertará celo;
gritará, voceará, se esforzará sobre sus enemigos..."
(Isaías 42: 13-15)


Y también:


"El Señor está a tu diestra;
quebrantará a los reyes en el día de su ira
Juzgará entre las naciones,
las llenará de cadáveres..."
(salmo 110:5-6)



* La Verdad y la mentira profética.


Aparentemente – según el artículo citado en “Irán, la anti-visión de la profecía” – los enemigos de Israel esperan una especie de “mesías islámico” que precisa que le "preparen el camino" con triunfos militares. Sin embargo el mundo venidero/atid lavoh no se instalará por el poder de las armas porque esto no es propio de un Dios verdadero y parece mas bien estrategia de hombres. Veamos una escena propia de un Dios poderoso:


“Entonces habrá señales en el sol,
en la luna y en las estrellas...
Los hombres quedarán sin aliento
por el temor y la expectación de las cosas
que sobrevendrán en la tierra,
porque las potencias de los cielos
serán conmovidas.

Entonces verán al Hijo del hombre
que vendrá en una nube
con poder y gran gloria”.


Esta escena - que nos inunda de temor reverente - no es algo que dependa del esfuerzo humano. El "Hijo del Hombre" no necesita ningún armamento que lo "ayude". Mas bien viene a acallar las armas para siempre.

El Dios/Elohim de Israel afirma que conoce todo desde el principio:


"Yo anuncio el fin desde el principio;
desde los tiempos antiguos, lo que está por venir...
Lo que he dicho, haré que se cumpla;
lo que he planeado, lo realizaré...
(Isaías 46:10-13)


Y por eso la historia de las naciones está en sus manos:


"¿Quien desde el principio ha ordenado
el curso de la historia? Yo, el Señor,
el único Dios, el primero y el último
(Isaías 41:4)



Nada entonces sorprende a nuestro Dios, nada lo presiona o lo toma desprevenido. Ellos son independientes del alcance de los misiles de los enemigos de Israel. Están firmemente establecidos y se cumplirán en toda su extensión, sin falta y a Su tiempo.



*"Venid subamos al monte de Sión
al templo del Dios de Jacob".



Vistas estas cosas - tan lejanas de los parámetros que nos agobian - elevemos nuestros ojos espirituales a los días venturosos en que reinará “YaHVéH Justicia Nuestra” en Sión - la Gran Nación israelita venidera -. Dice Isaías 2:2-3:


“En los últimos tiempos quedará afirmado
el monte donde se halla el templo del Señor.
Será el monte más alto;
más alto que cualquier otro monte.

Todas las naciones vendrán a él;
pueblos numerosos llegarán, diciendo:
“Venid, subamos al monte del Señor,
al templo del Dios de Jacob”,


En aquel día entonces las naciones acudirán gozosas a la Gran Nación/Reino israelita del mundo venidero/atid lavoh. Y habrá paz y justicia entre todas las naciones:


“El Señor juzgará entre las naciones
y decidirá los pleitos de pueblos numerosos.
Ellos convertirán sus espadas en arados
y sus lanzas en hoces.

Ningún pueblo volverá a tomar las armas contra otro
ni a recibir instrucción para la guerra".
(Isaías 2:4)


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